Ciclo B

Exposición del Santísimo Y Oración

 

Exposición del Santísimo 

En San Pedro Apóstol TODOS LOS JUEVES de 19.30 a 20.30

En Santa María TODOS LOS DOMIGOS de 19.00 a 19.30

En Las Mínimas TODA la mañana de 9.30 a 13.00

 

 

 

 

 

 

DOMINGO XVIII T. ORDINARIO (ciclo B). 1 de agosto de 2021

Ex 16,2-4.12-15: “¿Y esto qué es?... Este es el pan que el Señor os da como alimento”.

Sal 77: El Señor les dio un trigo celeste.

Ef 4,17.20-24: Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu

Jn 6,24-35: «Señor, danos siempre ese pan.»

Puede ser que pidamos pan sin saber lo que pedimos. Buscamos algo que echarnos a la boca cuando nuestro estómago se incomoda por estar vacío. Sin esa queja vital no habría deseo, búsqueda o interés por el pan. El apetito por los alimentos más refinados no deja de ser apetito y responde a la misma llamada a la preservación de la vida. A eso nos sabe el pan, todo manjar de la clase que sea, a vida y a propósito de seguir viviendo.

Aun así, sabemos que el pan no nos lo resuelve todo, porque no satisface todos los apetitos. La lucidez que nos acompaña a los reclamos del estómago no siempre es compañera ante otros profundos deseos que afloran incordiando y recordando que no solo necesitamos pan. De otro modo: sintiendo hambre, intentamos hacernos con algo para comer, pero ¿adónde acudimos cuando experimentamos necesidad de paz, de bienestar, de cariño, de integridad? Nuestra existencia se revela con multitud de precariedades de difícil resolución si no se acude al lugar oportuno. Peor aún, aumentará el deseo en la medida en que descubramos el fraude de lo que pensábamos que calmaría nuestra hambre, pero no lo hizo.

Un día Jesús dio pan al pueblo que le escuchaba atento. Lo repiten los cuatro evangelistas. Para dos de ellos lo hizo una vez, para otros dos, en un par de ocasiones. Solo Juan hace un seguimiento de lo que aconteció después con un pueblo que busca desesperadamente al Maestro fabricante de pan y un Maestro que espera que el signo se convierta en un descubrimiento de lo que Él ha venido a ofrecer. Las expectativas se cruzan sin llegar a un entendimiento; pueblo y Jesús esperan algo del otro que no está dispuesto a dar, porque se mueven en esferas diferentes: una de pan a secas y otra de Pan vivo que da la vida eterna.

¿Cómo conciliar la oferta y la demanda? Quizás aprendiendo a identificar los deseos del interior que buscan satisfacerse y detenerse a discernir qué es lo que realmente los sacia. Jesús se presenta como el Pan enviado por Dios Padre para dar respuesta a esos anhelos que reclaman plenitud de vida, frente al remedio para la mera supervivencia de los panecillos.

La historia del hambre y del pan es antigua. Lo que sintió el pueblo de Israel en el desierto lo sentimos nosotros hoy. Lo que buscaba el gentío de Palestina en Jesús, nos interesa también. No hemos aprendido a identificar la raíz de los apetitos y la llamada que Dios hace a través de ellos para pedir lo que ofrece, Vida: la plena, la radiante, la preciosa, la eterna. 

Programación Pastoral 2021-2022